¿En qué consiste la delegación de funciones? Podemos definirlo como el proceso en el cual un directivo, supervisor o jefe confía a un empleado la autonomía y la responsabilidad para tomar decisiones, resolver problemas y realizar tareas sin la necesidad de supervisión. En pocas palabras, otra definición de la delegación de funciones es: asignar a los trabajadores una parte de las tareas que, por lo general, corresponden a algún departamento específico.
No sólo se transfiere responsabilidad, sino también la obligación de rendir cuentas por mantener las normas establecidas. Una delegación eficaz puede tener beneficios a corto y a largo plazo para usted, su personal y su organización. Se puede reducir su carga de trabajo y nivel de estrés, a través del estudio de destrezas y capacidades de tus empleados.
Algunas tareas que se pueden delegar:
- El trabajo que es de rutina
- Actividades especializadas
- Trabajos preparatorios, como la obtención del material en general o formulación de informes y conclusiones
- Redacción de diversos proyectos
- Asistencia a diversos eventos de carácter informativo, haciendo mensajes, compartiendo experiencias
Algunas tareas que no se deben delegar:
- Establecimiento de metas
- Decisión final sobre cuestiones estratégicas
- Control de resultados
- Labores de especial importancia o de categoría exclusiva
- Tareas de alto grado de riesgo
- Asuntos urgentes que no dejan tiempo para explicaciones o verificaciones